Un almacén por dentro se debe organizar de forma eficiente, cómoda y ágil. Solo si la organización de un almacén cumple estos requisitos, se puede considerar que tiene una logística efectiva. Estos espacios tienen que ser exactos como máquinas totalmente engrasadas. Así, el trabajo se vuelve más fácil de hacer y más rápido de completar. El orden, la organización y la funcionalidad son los elementos imprescindibles del funcionamiento de los almacenes. Casi todos comparten las mismas zonas y secciones por dentro.
 

Almacén por dentro
 

Conocer un almacén por dentro: estas son las zonas comunes

Casi todos los almacenes de productos están compuestos por las mismas zonas de trabajo.
 

Exterior

La más visible es la que se encuentra en la zona más exterior, que es la de carga y descarga. Inmediatamente después de esta, hay zonas de recepción y de control. Ahí se examinan las cargas recibidas y se supervisan las entregas antes de que los camiones las carguen.
 

Almacén

La zona de almacenaje es la más amplia de un almacén. Precisamente, se crea para albergar o almacenar productos. Todos los artículos disponibles se encuentran aquí. Por tanto, es mucha la cantidad de cajas que deben guardarse de manera ordenada para que se pueda saber dónde están siempre que se necesitan. Mediante series y códigos, los trabajadores pueden localizar cada producto y llegar a él. Cuanto menos se tarde, mejor estará organizado.
 

Zona de salida

Las personas que los recogen son normalmente empleados que saben que hay que preparar un pedido. De hecho, otra de las zonas principales de los almacenes es la conocida como picking o de preparación de pedidos. Tras estar aquí, el producto va a la zona de expedición. Aquí se comprueba que todo está bien antes de dar paso a la salida del producto del almacén.
 

Tres consejos para que la organización sea eficiente

La mejor idea para organizar un almacén es conocerlo. Pero la estructura, dimensiones y zonas habituales también ayudan a mejorar el sistema de uso. Hay informaciones útiles que se pueden tener en cuenta a la hora de conseguir una organización eficiente dentro del almacén. Se pueden destacar estos tres consejos:
 

  1. Se deben organizar todos los productos en estanterías de PVC. Son más higiénicas, fáciles de limpiar y permiten ver los productos que están almacenados fácilmente.
  2. Se debe tener el inventario bien ordenado en uno o varios armarios de resina. Deben estar perfectamente identificados y con almacenajes acordes a las necesidades de los documentos. Debe intentarse siempre que sobre espacio por si es necesario incluir más en un futuro.
  3. Se deben utilizar estanterías de PVC en las zonas habilitadas para albergar cámaras frigoríficas. Obviamente, solo si son necesarios estos espacios.

 
En conclusión, un almacén por dentro es bastante semejante a otro aunque no se guarden artículos del mismo sector. Para aprender bien sobre los funcionamientos de almacenes, conviene conocer a fondo uno. Después, se pueden aplicar simples conexiones de funcionalidad, orden, limpieza y organización. De esta manera, se consiguen almacenes ordenados y sin pérdidas. Así, el trabajo puede ser fluido, rápido y eficaz para todos los empleados.