Con el “boom” del comercio electrónico se ha disparado la importancia de las empresas de logística y, consecuentemente, de la logística inversa.
Los clientes no siempre se muestran satisfechos con los productos que han recibido (ya sea por defectos en el embalaje que han deteriorado el producto, por un error en las tallas o por otros motivos similares). En consecuencia, las empresas de transporte de mercancías deben estar capacitadas para facilitar y agilizar las devoluciones lo máximo posible. De no ser así, las molestias e incomodidades generadas en los clientes probablemente les hagan optar por otras opciones de cara al futuro.
Logística inversa: ¿cómo deben afrontarla las empresas de transporte?
A la hora de efectuar las devoluciones, las empresas de logística deben mostrarse rápidas y resolutivas. En cuanto a los negocios (ya sean establecimientos físicos o electrónicos), tratar de convencer a los clientes de opciones que no desean (sustitución por otros productos, etc.) no suele resultar ni práctico ni efectivo. En ese sentido, toda logística inversa debería cumplir al menos con los siguientes cuatro puntos:
1. La devolución debe ser efectuada antes de que trascurran 14 días hábiles. No en vano, hacer hincapié en la rapidez es una de las claves más importantes en este proceso.
2. Incidir en la comodidad del cliente es fundamental. En ese sentido, debería producirse un reembolso inmediato.
3. Hacerse cargo de los costes de dicha devolución influirá decisivamente en la satisfacción de los clientes.
4. Por último, ofrecer varias opciones de devolución generará tanto comodidad como satisfacción en la experiencia de compra de cualquier cliente.
Una logística inversa efectuada adecuadamente es capaz de fidelizar a la clientela y mejorar sensiblemente su experiencia de compra. En definitiva, se puede decir que esta deberá ser lo más rápida y sencilla posible: de esta manera los clientes se sentirán satisfechos y volverán a confiar en los servicios de la empresa de logística.