La capacidad máxima de un almacén es muy importante. Sobrepasar la logística de almacenes capaz de ser llevada a cabo por una empresa es un error común. La planificación y la gestión de almacenes se ha convertido en un integrante indispensable de la buena previsión de las compañías. Se vuelve un requisito de calidad aprender a saber cuánto volumen es posible gestionar en cada almacén. Para ello, las nuevas tecnologías están ayudando y facilitando mucho las tareas de organización de los almacenes.
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¿Qué es y cómo se calcula el stock máximo de un almacén?
Los cálculos para saber la cantidad máxima de stock que se debe almacenar en un espacio son fiables. Permiten administrar mejor los recursos de espacio, personal, maquinaria, etc. Sobrecargar un almacén no es una buena estrategia para una empresa de logística en almacén. Además, los fallos que se podrían producir si esto sucediera podrían hacer que los clientes se inclinen por participar con otra empresa, debido a que no se realizarían gestiones rápidas y satisfactorias.
Para calcular la capacidad máxima para los almacenes, se puede seguir la siguiente fórmula:
- (metros cuadrados de la superficie del almacén – metros cuadrados totales de las zonas no dedicadas al almacenaje) x altura máxima de almacenaje con la medida del suelo útil al techo útil.
Para hacer este cálculo, deben tomarse de referencia medidas reales. Por lo tanto, las medidas de altura integrarán el espacio real desde la primera altura de almacenaje (sobre la estantería, palé, etc.) hasta el techo. Además, debe ser accesible para la máquina encargada de bajar las mercancías en stock. Solo de esta manera se puede calcular un stock máximo real. Por supuesto, una vez se halle la respuesta, deberá proporcionarse al almacén de la maquinaria y el personal necesario para el volumen de trabajo.
Factores a tener en cuenta a la hora de determinar la capacidad de almacenamiento
Ante todo, es imprescindible que las medidas se realicen de forma correcta. Además de esto, hay que disponer de todos los recursos necesarios. Esto no solo incluye la maquinaria o el espacio de almacenamiento. Los trabajadores deben estar formados y nunca debe producirse una sobrecarga de mercancía.
Tecnología que ayuda a estimar las capacidades de almacenaje
Aprovechar la altura y hacer pasillos más estrechos es una técnica tradicional para aumentar la capacidad de almacenaje. Sin embargo, la tecnología también puede utilizarse para recuperar o ganar espacio para almacenar productos. Se puede conseguir con soluciones logísticas inteligentes que permitan saber en todo momento dónde está un producto. Así, se puede utilizar aquel espacio menos accesible o escondido, puesto que retirando lo que hay delante, puede accederse a él al conocerse su ubicación.
En definitiva, es imprescindible aprender a valorar la capacidad máxima de un almacén para buscar la eficiencia y la eficacia logística. Integrar los medios tecnológicos que permitan planificar y gestionar almacenes de forma correcta es una tarea pendiente aún para muchas empresas. La ayuda y estimulación de un personal formado que analice las necesidades y coberturas se vuelve vital en el siglo XXI. Ninguna empresa de logística será capaz de funcionar bien si sobrecarga el stock máximo permitido en su espacio.
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