La logística inversa es el recorrido que hace una mercancía en el sentido opuesto al habitual. Es decir, desde el consumidor hasta el proveedor o fabricante. Muchas veces, suele aplicarse para material reutilizable, como los embalajes, pero también para las devoluciones y los cambios. De cualquier modo, esta clase de logística está presente en toda compañía. Por eso, es relevante optimizarla.

 

optimizar la logística inversa

 

¿Por qué optimizar la logística inversa en el transporte?

 

No hay mejor manera de dar respuesta a esta pregunta que analizar las ventajas de optimizar el transporte inverso:

 

  • Ahorro de tiempo. Se opta siempre por el camino más rápido y directo desde el consumidor al proveedor. Se evitan los traslados innecesarios y almacenamientos con demora.
  • Ahorro de dinero. Este se traduce en una reducción de los gastos y un aumento directo de la competitividad empresarial
  • Mayor satisfacción de los clientes. Especialmente, en los supuestos de tramitación de devoluciones y cambios, en los que el cliente ha de esperar.

 

¿Cómo hacerlo correctamente?

Diversas estrategias pueden implementarse para optimizar la logística inversa en toda clase de transporte.

 

1. Reducción de los tiempos de entrega y recogida

El consumidor final es, a día de hoy, quien cuenta con el poder en el mercado. Esto hace que sea cada vez más exigente, pues tiene un enorme abanico de posibilidades diferentes al alcance. Hay que poner un particular interés en la última milla del transporte. Se ha de invertir dinero y esfuerzo en aligerar la recogida. Aunque esto sea contraintuitivo, es la primera estrategia que llevará al ahorro.

 

2. Tecnología aplicada a la logística y el transporte

El apoyo de las nuevas tecnologías es, hoy en día, indispensable. Existen plataformas digitales destinadas a calcular las rutas, determinar los cruces y asignar tareas de manera automática. Utilizan siempre criterios de eficiencia y optimización. Ordenar y agilizar el canal inverso de la mercancía pasa por hacer uso de la tecnología.

 

3. Gestión y control del almacén

La logística no solo es movimiento, sino también almacenamiento. Es preciso gestionar debidamente este aspecto para ganar eficacia. No siempre se necesita tener mucho espacio disponible, sino utilizarlo de la mejor manera. Hay que conseguir mapas de calor, hacer el seguimiento de los productos, conocer las fechas de caducidad, emplear localizadores exactos, etc. Todo ello se requiere para lograr los objetivos fijados.

 

4. Optimizar la trazabilidad de las rutas

 

Muchas veces, la realidad supera a la ficción. Más que cualquier preparación previa, lo que ayuda a mejorar es tener contacto con la práctica. En el ámbito logístico, no hay una mejor manera de estudiar cómo va todo que usar la trazabilidad del producto. Para mejorar el movimiento de mercancía, es preciso saber dónde ha estado, dónde ha parado, cuánto ha costado moverla, etc.

En conclusión, esta es la importancia de optimizar la logística inversa. Se han especificado las mejores vías para llevarla a cabo. Ahora, está en la mano de cada empresa dar el salto a la eficiencia y el ahorro de manera inmediata. Esto es, al fin y al cabo, un sinónimo de competitividad.