La eficiencia y la eficacia en logística son dos conceptos de gran importancia que tienden a confundirse. Se trata de dos palabras muy parecidas y relacionadas, pero que son bien distintas. En este artículo se tratará de explicar ambos conceptos y su importancia para este campo.
Eficiencia y eficacia del operador logístico
Se trata de dos términos muy habituales en la gestión de empresas. Sin embargo, pese a ser habituales, siguen siendo objeto de confusión. Esto ha hecho que, incluso, hayan sido usadas como palabras sinónimas. Cada una tiene un significado diferente, con distintas implicaciones en la gestión empresarial.
Eficacia
La eficacia consiste en conseguir satisfacer las necesidades de un cliente. Podría decirse que el objetivo es satisfacerlas en el mayor grado posible. Para ello, no tiene en cuenta el “cómo”, ni los recursos ni los procesos. Se centra en el “qué”, es decir, en cumplir el cometido final.
Eficiencia
Cuando se habla de eficiencia, el objetivo también es conseguir la meta establecida; la diferencia, en este caso, es que se busca hacerlo con un consumo mínimo de recursos. Por ejemplo, en el menor tiempo posible con el menor coste de transporte posible. Esto, para un operador logístico, implicaría que:
- Tal vez un producto pueda llegar más rápido, pero si el coste no es económico, no será una opción eficiente.
- Si el coste es muy económico, pero el producto tardaría demasiado en llegar, tampoco es eficiente.
El equilibrio donde se unen las mejores opciones sería en este caso la opción más eficiente.
¿Eficacia o eficiencia?
Como se puede intuir, no se trata de elegir entre una u otra opción. El cliente espera un servicio eficaz, que cumpla lo que promete. A la empresa le interesa, además, que se realice bajo la mayor eficiencia posible. Como siempre, en logística lo importante es equilibrar todos los factores.