La logística se enfrenta a un desafío único: el transporte de la vacuna contra la covid-19. Las cadenas de suministro serán cruciales para distribuirla a lo largo y ancho del mundo. Se van a necesitar millones de dosis para inmunizar a la población mundial y cada vacuna tiene unas características propias.
Un reto para los operadores logísticos
El desafío al que tendrán que enfrentarse los operadores logísticos es mantener la cadena de frío. Si bien es algo normal en las vacunas para otras enfermedades, en el caso de las creadas por Pfizer y Moderna habrá que cuidar unas condiciones especiales. Es necesario guardar una temperatura de -80 ºC durante el transporte y el almacenamiento. Hay que adecuar toda la cadena, desde el centro de producción al centro médico donde se distribuirá, para que no pierdan eficacia.
Esto requiere el uso de congeladores específicos, lo que ha llevado a algunas empresas de transporte a crear granjas de estos aparatos. Los almacenes no serán eficaces en este caso, ya que el consumo eléctrico para mantener la temperatura adecuada es insostenible.
También se tendrán que preparar los vehículos que realizarán el transporte para garantizar estas temperaturas de forma constante. La rotura de la cadena de frío es grave en el transporte de casi cualquier producto, pero en este caso la sensibilidad y las consecuencias negativas son mayores. Por esto, habrá que diseñar soluciones novedosas y ajustadas a un producto que es tan necesario como la vacuna contra la covid-19.
En definitiva, el principal reto del sector de la logística frente a la vacuna es mantener la cadena de frío. Las condiciones son extremas y la dificultad aumenta al tener que realizar un transporte internacional. Superar estos retos merece la pena, ya que la vacuna logrará poner coto a esta enfermedad para así volver a la normalidad.
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