Las empresas de logística, al igual que el resto de industrias, se enfrentan a día de hoy al reto de la sostenibilidad. A las cada vez más normalizadas exigencias de eficiencia y agilidad se une otra: la necesidad de conseguir operar de manera rentable bajo estos términos reduciendo el volumen de emisiones.
Según afirma el Foro Económico Mundial, un 6 % de las emisiones viene de la industria logística. Para disminuir su impacto medioambiental, las empresas de transporte pueden tomar medidas. Deben estar enfocadas a mejorar la sostenibilidad y eficiencia en todas las áreas en las que operan.
Centros logísticos más verdes en las empresas de transporte
Una de las primeras medidas a tomar para disminuir las emisiones será nutrir los centros logísticos y almacenes de energía limpia. Hay que mejorar la eficiencia energética de los edificios en los que se guarda, organiza y distribuye la mercancía. Este será el primer paso para controlar las emisiones generadas en el proceso logístico.
Otro reto será cambiar el uso de plásticos destinados al manejo de la mercancía por otros realizados en materiales biodegradables. Minimizarán el impacto medioambiental a la vez que trabajan en uno de los agentes que más desperdicios genera.
Rutas más eficientes con vehículos ecológicos
Las exigencias de agilidad en el mercado han hecho que las rutas se realicen de forma optimizada. A esto ha contribuido el uso de herramientas tecnológicas. El machine learning y la inteligencia artificial pueden ser de gran ayuda para sacar el máximo partido a las rutas.
Otra medida será optar por vehículos que utilicen combustibles renovables. Incluso habrá que priorizar, en los casos en los que sea posible, el uso de vehículos híbridos y eléctricos.
En definitiva, las empresas de logística a día de hoy encuentran opciones para mejorar su eficiencia energética y sostenibilidad. Su implementación es fundamental para cumplir con las exigencias comerciales actuales.
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