Gracias a los beneficios que ofrece disminuir el stock necesario y la inversión, muchas empresas están apostando por la producción bajo demanda. En el siguiente artículo se explican tanto las ventajas como los inconvenientes a nivel logístico para concluir con una explicación de en qué casos es buena idea y cuándo no el made to order.
Ventajas de la producción bajo demanda
Es una forma de trabajar con base en las necesidades y a los pedidos de los clientes. Además, permite personalizar los productos y crear piezas únicas y especiales. También, se trata de un método más sostenible, ya que se busca eliminar sobrantes y trabajar con poco stock.
La producción bajo demanda es todo lo contrario a la corriente fast fashion. Este método de fabricación resulta beneficioso para el planeta. El hecho de producir solo aquello que se va a consumir hace que los artículos tengan un valor real.
Por otro lado, puede llegar a ser la solución a los problemas de inventario y a la complicada gestión de existencias. Y se contribuye a un menor desperdicio del material y materias primas usadas.
Lo mejor es que no se compran artículos que no se van a vender y, en el caso de que no hagan pedidos, no hay gasto de dinero en maquinaria. Cuando se hace un pedido, se pagan únicamente las unidades que se precisan, siempre que el proveedor con el que se trabaja no pida un lote mínimo.
Es un modelo de negocio muy interesante si se ha abierto recientemente uno nuevo y no se tiene claro si se va a conseguir la cuota de mercado deseada. Es ideal para series pequeñas y personalizadas.
Inconvenientes del made to order
El coste de los productos por unidad aumenta, ya que con este modelo no se busca producir en masa para reducir costes. Asimismo, es un modelo que suele fabricar mejor si se externaliza la producción y se deja en manos de un tercero. De este modo, no se tiene que invertir en maquinaria.
Pero a veces no es una buena solución, y es en el caso de las grandes empresas. Si se busca vender a un precio económico y se sabe seguro que se tiene cuota de mercado, es más aconsejable producir en masa. De este modo, el cliente recibirá el producto lo antes posible y será menos costoso para la empresa. No se aprovechan las economías de escala. Y no es factible si se producen grandes cantidades para el público final.
Otro inconveniente es el plazo de disponibilidad del producto, ya que si se trabaja con existencias, los artículos siempre estarán disponibles. En cambio, si se fabrica pedido a pedido, tardarán más en llegar. Si se realiza con plazos de entrega ajustados, no es recomendable.
En resumen, haciendo referencia a cuándo es aconsejable apostar por el made to order y cuando no, todo son ventajas menos si la empresa dispone de poco presupuesto, ya que el coste del cambio de maquinaria y equipos que se precisa es elevado. Es una forma de minimizar los riesgos y de garantizar las ventas. Además, permite crear piezas exclusivas y tener demanda sin gastar demasiados recursos.