Las empresas de logística quieren reducir la huella de carbono, pero no es tan fácil como parece.
¿Qué dificultades tienen las empresas de transporte de mercancías para reducir el consumo de emisiones?
Las dificultades técnicas de las empresas de transporte para reducir las emisiones
Hoy por hoy la mejor manera de reducir la huella de carbono es la optimización de los procesos logísticos.
También cambiar la flota de vehículos por otros que sean más eficientes o no dependan del petróleo.
Las dificultades son, precisamente, la falta de tecnologías disponibles. Conviene señalar que si los vehículos son eléctricos no hay suficientes zonas de carga disponibles en la ruta.
Tampoco existen sistemas de carga avanzados con los que repostar con la misma rapidez que con un vehículo normal de combustión.
Otras alternativas como la pila de combustión de nitrógeno no están disponibles a gran escala, no hay infraestructura.
De tener este sistema, habría que generar la energía de la manera más limpia posible para que el impacto en el medioambiente sea positivo.
Los gobiernos quieren descarbonizar la industria antes de que llegue el año 2030. No obstante, se necesitan alternativas reales para que este cambio suceda.
¿Qué se puede hacer para reducir la huella de carbono?
Si el negocio es pequeño, podría funcionar cambiar a vehículos eléctricos. Sin embargo, si la empresa es mediana o grande, lo ideal es ver otras opciones de transporte. Un ejemplo sería el ferrocarril.
Por su parte, las empresas de transporte de mercancías españolas son líderes en implementar la optimización para reducir las emisiones en sus operaciones.
Los viajes se reducen a la vez que las rutas son más eficientes y se disminuyen los trayectos con los vehículos vacíos.
Las empresas de logística nacionales se mantienen cautas a la hora de adquirir nuevas flotas. Cabe tener en cuenta que no se ha consolidado una alternativa eficaz de combustible.