Un operador logístico necesita una nave desde la que operar. A la hora de elegir entra todas las opciones, hay que tener en cuenta una serie de características clave. La demanda de inmuebles adaptados a las necesidades de este sector, tanto a las actuales como a las futuras, exige realizar una búsqueda concienzuda.
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Cercanas a las ciudades y preparadas para un trabajo continuo
Estas características nacen de la creciente automatización y robotización del sector. Contar con una nave cercana a la ciudad es el foco de la demanda de los clientes. Además, estar preparada para soportar un trabajo continuo es esencial para elegir una nave con visos de futuro. Así, habrá que apostar por inmuebles con un uso estimado de entre cinco y diez años.
Seguridad en las empresas de transporte
La seguridad del emplazamiento seguirá siendo un factor esencial. Cuidar del buen estado de la mercancía pasa por mantener un perímetro inviolable y contar con un inmueble seguro, ya que la actividad va a realizarse durante 24 horas al día a lo largo de toda la semana. También estará dotado de las contramedidas esenciales.
Flexibilidad
Este es un factor determinante, ya que el inmueble deberá permitir adaptarse a los cambios en el sector. Así, contará con plataformas de múltiple nivel (un muelle cada 1000 metros cuadrados) y zonas de recepción. Además, tendrán que estar pensadas para un flujo de trabajo continuo todo el día. De esta manera, será posible adaptarse sin problemas a las nuevas exigencias del mercado. Esto permitirá garantizar la competitividad de la empresa en el tiempo sin problema.
En definitiva, todo operador logístico deberá contar con una nave bien preparada. Las empresas de transporte requieren de unos espacios determinados para que su negocio sea rentable. Además, habrá que adaptarse a los cambios que el futuro vaya a deparar.
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