El flujo tenso es un concepto que abarca todo el proceso en la cadena de un operador logístico. El procedimiento comienza por la producción, pasa por la distribución y finaliza en la venta del producto. Dicho de otro modo, se trata del producto que entra en un almacén, para ser expedido el mismo día.
Características del flujo tenso
Entre las características que tiene que cumplir una empresa de logística para trabajar bajo el flujo tenso, hay que destacar:
1. Previsión en la demanda. Hay que conocer en todo momento la previsión en la demanda del producto.
2. Sincronización. Tiene que existir una coordinación mutua entre el operador logístico y el fabricante, así como con el resto de las partes en el proceso
3. Colaboración. La información en este proceso tiene que fluir entre todas las partes de la cadena.
4. Tiempo. Los plazos son un factor determinante. Se debe tener en cuenta el tiempo de tránsito, manipulación y expedición.
5. Coordinación interna. Tiene que haber coordinación entre los departamentos internos de una empresa (ventas, compras, logística, etc.).
6. Docking. La entrega de las mercancías en cualquier muelle, sin que se produzca un almacenamiento intermedio.
Nuevos retos de la empresa de logística
El flujo tenso como proceso es muy utilizado en el sector de la alimentación, debido a sus productos perecederos. En este caso, los productos llegan a los almacenes y tienen que salir sin demora alguna, debido a la caducidad de la mercancía.
No obstante, y para finalizar, hay que indicar que el proceso se está extendiendo al sector de la venta online. Esto es debido a que las demandas de los clientes han cambiado. Se requiere el producto comprado o la devolución en cuestión de días u horas, de ahí que las características de este proceso sean tan concretas.